Salvador el pepenador
Salvador pasó por
Luego ahí mismo en ese espacio donde muchos y muchas aportaron y se comprometieron a cambiar el mundo, él transaba y se conectaba con el bajo mundo, ése donde se mueven las prebendas, el pisto, el trafico de influencias, el amiguismo, la adulación y las lealtades elementos indispensables para cachar un huesito.
Finalmente y después de trabajar mucho, de estar ahí, de adular, de ser servicial, se convierte en funcional, funcionario, burócrata, el pobre no tiene otra posibilidad de tener trabajo que por cuello, de otra manera comería mierda.
No es de extrañar entonces que haga cualquier cosa por conservar la chambita y mantenerse en los circulillos de poder, o cercano al poder, no conforme con ser casi el último eslabón en la cadena de la corrupción, se atreve a juzgar a gente que aporta, que construye, que sueña, que se empeña en transformar lo establecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario