Puta que respeta la vida! .......Te gusta? ayyy pero no te toca!

domingo, 16 de marzo de 2008

Carta Abierta para la Bebish

Ahorita mi chiquitilla, mi enana, como me gustaba y me gusta decirte, me seco las lagrimas, con un pañuelín que no se quien me regalo, talvez fue para mi primera comunión o algún cumpleaños, un pañuelito pequeño con orilla roja, tiene pintado un niño y una niña, ambos con un gatito gris, se me caen las lagrimas y me estruja el alma leerte, saberte.

Hace un rato, intentaba llamarte, escuchaba Magneto, te recordaba, justo como aquella enana colocha, que nunca estuvo lejos, estaba cerca, como mi confidente, mi hermana, mi amiga, mi angelito.

Ya una vez te lo dije, te lo conté o te lo escribí, cuando naciste, era una niña solitaria a pesar de siempre estar rodeada de tanta gente, tantas amigas, mis maestras, las monjas, pero siempre solita, metida en todas mis emociones, dolores, fantasías y sueños.

Apareciste en mi vida, honestamente nunca pensé si te traía la cigüeña ni nada por el estilo, supe que la Lila estaba embarazada, eso si… no me pasaba por la cabeza pensar como es que te metiste ahí, siempre fui curiosa, pero mi cabeza andaba por otros rumbos, el punto es que cuando llegaste a mi vida, supe que tener una hermana me cambiaria la vida, que a pesar de tener una diferencia de 10 años, seriamos amigas y cómplices. Y así fue.

Así, estuve ahí cerca apoyando a tus cuidados, ayudaba a bañarte, cambiarte, te lavaba las pachas, jugaba con vos, platicábamos y nos reíamos tanto desde que naciste, hasta que nos volvíamos casi locas de tantas risas, pero también lloramos, sin entender mucho porque teníamos que llorar tanto.

Enana estuviste siempre cerca y desde que veniste me cambió la vida, mis fantasías, algunas terminaron, veniste, me salvaste, con tu risa y tus ojitos, tus colochos y tu voz ronca al levantarte.

Recuerdo muy bien, como a los 5 años me regañabas y me aconsejabas sobre mis novios y mis amigas, con tanta sabiduría seriedad.

Durante esos años de adolescencia, fue duro para mí, vos lo sabes mejor que nadie, como nadie entendés mi necesidad de salir, mi necesidad de huir, de todo ese conservadurismo y esa forma de vida, que al fin de al cabo me quedaban cortas.

Nos unen hoy tantas cosas, la infancia, las risas, la música, el colegio, las clases de ballet, la pastorela, la tapisca del abuelo, Aguacatán, la disco, el baile, las muñecas, la pijuy, las fiestas del 31 de octubre, los disfraces, Xela, las papas de dixie, los cuates y las motos, la feria, las injusticias, las lagrimas, Cuba, Seattle y hoy la lucha por nuestros derechos y los de todas las mujeres, por levantar nuestras voces y que nadie nos chingue, la necesidad de volar, de desatarnos de tanta mierda, que nos limita.

Estoy aquí, lejos pero siempre con vos, no he dejado de pensarte desde que nos separamos físicamente hace 29 años, se que te sentís muchas veces triste, yo también, pero enana, estoy con vos, estoy para vos, nos tenemos la una a la otra para ser fuertes.

Podes tener la confianza que todo lo que te pase, lo siento, me duele, lo entiendo y no me es ajeno, he pasado muchas veces por las mismas cosas.


Te quiero, te amo y te extraño.

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