
Tres vueltas me dió el corazón,
cuando me dijiste adiós,
se me retorcieron las tripas,
la boca me quedó sin saliva
y yo no pude pronunciar ni media palabra,
toditas las tenía en la punta de la lengua,
pero ninguna querías oír ya,
pues estabas harto,
que dolor más cabrón,
sentí taquicardia y ganas de llorar.
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