Puta que respeta la vida! .......Te gusta? ayyy pero no te toca!

sábado, 10 de octubre de 2009

Marcela Valiente



Mi tatarabuela, era una mujer mestiza, originaria de San Marcos, en aquel tiempo, a finales del siglo diecinueve, seguro le fue muy difícil mandar a la mierda, moralismos, imposiciones y monogamias obligatorias y autoimpuestas, para hacer lo que se le daba la gana, precisamente por eso, su familia y su tata principalmente, la echaron del pueblo, entonces se fué para Xela, lugar donde yo nací añales después.

Se dijeron muchas cosas, que era una puta, una mala mujer, que si tuvo 8 maridos y un chingo de hijos e hijas de distintos hombres. Lo que sí es cierto, es que ella vivió sola, trabajó duro para mantener a sus 12 hijos e hijas, sin el apoyo de nadie, ni familia, ni de hombre alguno.

Muchas veces, le he dado vueltas a su historia, incompleta, perdida en el tiempo, en la memoria y en las lenguas venenosas de la sociedad doble moral, si yo pudiera viajar a través del tiempo, quisiera regresar a esa Xela racista y clasista de ese entonces - que aunque en eso no ha cambiado nada- y entonces me pongo mis alas, te pienso ahí, me pienso yo ahí, te quiero encontrar, voy por esas calles empedradas, buscándote, le pregunto al señor de la marmoleria de la calle del calvario si te conoce, a la señora que vende molletes en la esquina del cementerio y me dan señas de vos, corriendo me regreso hasta la plaza central, corro por la cuesta de san nicolás, hasta llegar a tu casa y poder hablarte. Toco la puertecita, pero tiene una pita para halarla, abro, hay un callejoncito oscuro, lo recorro y al final, hay tres puertas, veo una mujer lavando ropa y me dice que tu cuarto es el de en medio, toco y ahí estás con el pelo suelto, peinándolo para hacerte una trenza - qué guapa y galana, se parece a mí -.

- Me podés invitar a a un cafecito de olla, con tantitos clavos, anís, pimienta, canela y un poco de rapadura. Y si lo hacemos juntas y me enseñás?

Ya sé que te sonará rara esta pregunta, pero sos feliz? Cuánto habrás sufrido?
Cuanta culpa manejás? Te vale madre, al fin el que dirán? Cuánto maltrato, has tenido que soportar? Que te gusta? Con que soñas? Sabes volar?

- Marcela, te puedo abrazar? es que......ya me tengo que ir.

Lo que nunca se dijo es cuántos abusos e indiferencia tuvo que soportar, nunca nadie pensó en lo que ella quería o lo que sentía. Mi bisabuelo, se avergonzaba y renegaba de ella tanto, que hasta se quitó el apellido Valiente.

Más de 100 años después, la historia no ha cambiado, la manera cómo se juzga a las mujeres, por el ejercicio de su sexualidad, sigue siendo la misma.

Mientras tanto, yo, sigo recordando a Marcela, inventando una y mil veces su historia, reivindicándola, dándole un final más digno, con mi propia historia.

No hay comentarios: