Puta que respeta la vida! .......Te gusta? ayyy pero no te toca!

lunes, 29 de marzo de 2010

Ensayo en la piel


Empecé poco a poco a despertar, a abrir los ojos con mucha dificultad. Pequeñita lucha, debo abrir los ojos pero el sueño es más fuerte, siento como si tuviera arena en ellos. Los siento pesados, pegados. La voluntad otras veces es menos fuerte o ni tengo, pero esta vez si y después de unos cuantos minutos finalmente despierto.

Mi voluntad no llega a tanto, como para levantarme de un solo, me quedo en la cama. Inmediatamente caigo en la cuenta que no estoy en mi casa, el techo es más alto, las paredes pálidas y viejas. Ya recordé, estoy en la habitación de un viejo hotel con decoración colonial en el centro histórico, poco cuidado y no muy limpio. El olor del baño a reposadera y poca higiene, me molesta pero no me importa.

Llevo ya cinco días desaparecida y refugiada en esta habitación, dejé citas, trabajo, abandoné a mi familia y mis responsabilidades, con la necesidad de encontrarme conmigo misma y con la necesidad de descubrir qué es lo que he estado sintiendo todo este tiempo. Pero con la necesidad de plenitud y disfrute. Allá afuera, todo el mundo se pregunta, dónde estoy, que estoy haciendo, porque estoy desaparecida otra vez, la verdad no es tan extraño considerando que el último año, esa ha sido mi dinámica, escaparme, desaparecerme, alejarme de todo el mundo.

Había decidido escribir un ensayo en la piel, en mi piel, pero para poder escribir necesitaba antes investigar un poco y hacerme unas cuántas preguntas, como por ejemplo, porqué mi cuerpo había estado muerto los últimos meses? Hasta dónde soy capaz de sentir, después de tanto tiempo? Realmente es imprescindible el placer en mi vida? Como conecto mi cuerpo con mi historia? Cómo relaciono esa historia, con mi cuerpo y la lucha por mi autonomía? Cómo libero mi cuerpo como territorio?

Otra vez el sueño llegó, no lo podía controlar y me volví a quedar dormida, ese placer de dormir sin importar la hora ni el deber ser, ni lo que tengo que hacer o ser, simplemente abandonarme al sueño profundo. Había un poco de calor y crucé las piernas y me dormí.

Voy corriendo, lento, lento, lento, lento, lento, acelero un poco la marcha, tropiezo y caigo. Me sobresalto, brinco, mis piernas se contraen y me despierto.

- Me estoy empezando a quedar dormida, ya estaba soñando, pero ahora estoy en vigilia, medio conciente. Estoy entre la vigilia y el sueño, lo sé por lo subreal de mi estado, no estoy alerta, pero tampoco dormida. El principal síntoma es que empiezo a pensar cosas absurdas, que seguramente cuando esté despierta, no consideraré hacer, me gusta este estado, aunque mi carácter obsesivo hace que le dé una y mil vueltas a las cosas.

Luego volví a despertar, o seguía dormida, estoy dormida? Sí sigo soñando, será mejor que no me empeñe en despertar, porque me siento bien. Me doy vuelta y está usted aquí conmigo, a mi lado, según usted ha estado aquí todo este tiempo, desde que me escondí en este hotel, tratando de disimular que soy una mujer viva, tratando de disimular que nos conocemos, que nos queremos, que nos gustamos. El ensayo lo escribo con usted, en mi piel y con la suya, entonces andamos locos, probando hipótesis. Para demostrarnos a nosotros mismos que estamos vivimos aún.

Este ensayo, es intento de hacer memoria, de guardar todo lo que antes no hizo la piel, probar nuevas cosas, confirmar otras, recordar algunas de las mejores emociones, comparar es imposible, en especial si este nuevo experimento es mejor que el anterior y que el anterior y el anterior.

Pero este ensayo, no tiene fin, podemos dejarlo aquí, parar el tiempo y fingir que esto nunca existió, mientras tanto haga su maleta, que tenemos que regresar, la séptima avenida está que colapsa, el tráfico es insoportable, la gente está allá afuera llena de prisa y amargura y a nosotros nos quedan aún cinco minutos para despedirnos y despertar. Y cada quien regresa a su camino, a su vida.

No hay comentarios: