Azul y roja empezó mi mañana,
me inundaban los colores hasta el ahogo,
recorrían toda mi piel y nadie los podía detener,
iban ocupando poco a poco los pies,
las manos, el vientre, los brazos,
la cintura, las piernas,
las rodillas, el cuello,
las orejas, los pechos,
y se enredaban hasta formar una
mezcla lila, que me volvía loca.
Se volvían a separar
y salían corriendo,
yo con los ojos cerrados
jugaba con ellos agitando mis manos
y ellos escurridizos se escapaban a través de mis dedos.
Hasta que por fin encontré la manera
de atrapar al azul y el rojo
en el centro de mi mundo,
y ahí, donde me llené toda de lila...
vos me viste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario